Hoy he querido traer a mi blog una reflexión sobre el papel del geógrafo en la ciencia, esta es de Juri Semjonow, escritor que aparentemente tiene bisos de tener formación en geografía. He realizado mis pesquisas en internet, pero tan sólo he encontrado la obra cuyo fragmento copiaré bajo estas líneas. Me gustaría conocer algo más acerca de este autor que en las primeras páginas de este singular libro de geografía económica, toma grandes tintes posibilistas.
Si han llegado aquí no dejen de leer, quizás les produzca la misma fascinación leer las palabras que expresa este autor ruso, sobre todo después de haber adquirido la obra en el rastro de Madrid, por sólo 3 euros (es la magia que tiene para mi ese lugar). En fin, les dejo el fragment0:
"[...] Un niño a quien encargaron un día, como trabajo de clase, la descripción del mar, salió del apuro con la siguiente brevísima composición: "El mar es muy grande", tras de lo cual puso un gran borrón. Los geógrafos se extienden un poquito más; no se limitan a señalar la inmensidad y otras propiedades del mar, sino que explican también la influencia que ejerce sobre el clima, el aspecto de las tierras que lo circundan, lo que vive y crece en esas tierras, la composición de las aguas marinas, las corrientes que las atraviesan, los vientos que soplan sobre su superficie, la naturaleza de sus costas y de su fondo...
También explican todo cuanto se refiere a la tierra firme; nos hablan de la montaña y del valle, del bosque y del desierto, de los ríos, pantanos y lagos; nos informan de cómo y dónde se producen las lluvias, los lugares en que tienen lugar los terremotos, dónde son los suelos secos y arenosos y dónde grasos y fértiles; nos dicen cuáles son las plantas que crecen en los distintos puntos del Globo y cuáles los animales que pueblan cada paraje.
Además nos dicen cómo todos esos diversos elementos de la Naturaleza se influyen recíprocamente. Sin los datos suministrados por la Geografía natural, ni el mismo Sherlock Holmes hubiera podido descifrar el enigma de Robinson. Sólo gracias a ella sabemos que la distancia del Ecuador contribuye a determinar el clima y que todo clima produce sus propias plantas y sus demás seres vivos carcterísticos; es decir, que posee su flora y su fauna especiales.
Inútilmente os empeñaríais en persuadir a un geógrafo de la existencia de arrozales en Escocia o de los deportes de nieve en Arabia. Si le pusierais tales cosas ante la vista (en el cine, por ejemplo), "no daría crédito a sus ojos". No es tan fácil engañar al geógrafo. Sven Hedin no creyó a un escritor que narraba las sorprendentes aventuras que le habían ocurrido en Mongolia; y es que resulta fácil mentir a distancia... siempre y cuando no hay un geógrafo cerca.[...]"
Dan ganas de seguir leyendo ¿verdad?, bueno pues eso hago yo en este domingo en el que hemos cambiado al horario de invierno, retrasando nuestros relojes 1 hora. Seguiré contando cosas que vea en este libro, y más cosas relacionadas con nuestra ciencia.
Muy buen libro, recomendado para todos y todas!
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