Un profesor se prepara para recibir el trabajo que había encargado a un alumno para su formación y entonces desarrollan el siguiente diálogo.
- Profesor, he conseguido hacer el trabajo que usted quería que confeccionáramos. He bajado los datos del INE, los he relacionado con una base de datos alfanumérica en un software de Sistemas de Información Geográfica y ahora pueden presentarse fácilmente en un cartograma.
- Eso no es lo que yo quería que hicieran. En primer lugar el cartograma debe hacerse utilizando lápices de colores y ustedes deben utilizar de la manera que les he mostrado, semiológicamente correcto los rangos de valor de población en cada una de las regiones del territorio, además de explicar luego los datos representados.
- Bueno profesor, eso es lo que he hecho, sólo que hoy gracias a la informática, contamos con herramientas más potentes que además de ofrecernos una simbología que podemos adaptar a la correcta semiología, en el caso de que el programa no venga totalmente preparado para ello, también nos da la ventaja de no perder el tiempo en la confección del cartograma, dejándonos más tiempo para la interpretación de los datos representados.
- Y mi querido alumno ¿ha realizado usted esa interpretación?
- La verdad profesor, es que no me ha dado tiempo. Si se da usted cuenta, he tenido que buscar los datos en la red, los he adaptado para que puedan servir como información inteligente al programa y luego he formado de manera automática el cartograma, en el que se puedan apreciar muy bien las regiones más y menos pobladas, según la cantidad de negro en la gama de colores rojos que he utilizado y que ya viene preparada en el software utilizado.
- Entonces, no ha concluido lo que yo le he pedido.
- Lo cierto es que no profesor, pero mire, me ha llevado el mismo tiempo que preparar los rangos de valor con la calculadora, para luego pintar cada una de las regiones a mano, teniendo en cuenta que tampoco a todos se nos da la pintura igual de bien, cuestionando la calidad del cartograma. En este momento estaría aún en la misma fase, dispuesto a la interpretación y explicación del gráfico conseguido, no obstante, utilizando esta herramienta. ahora puedo calcular frecuencias, desviación típica respecto a la media o la evolución de la población con otro espacio temporal, tan sólo ejecutando un comando, es decir, en segundos. Además la representación de nuevos cartogramas es instantánea, con lo cual creo que he ganado tiempo.
- No sé, no lo veo claro. Yo conozco todo eso que usted me dice y por eso le digo que el ordenador lo da todo hecho y además no lo hace bien. Las cositas se aprenden mejor a mano y a mano las aprendí yo, y mire, aquí estoy. Además hay que interpretar y para eso mejor pintar e ir analizando a medida que pintamos.
- Está bien profesor, usted es quien tiene la metodología y yo como siempre habré de someterme si quiero aprobar. Aunque espero que sus métodos proliferen y mis futuros empleadores quieran para sus estudios cartogramas de colores pintados a mano y no pidan un geógrafo experto en Sistemas de Información Geográfica…
¿Alguien se ha sentido identificado? Yo tuve la suerte de que muchas veces me dejaron entregar y explicar mis cartogramas como quise. Espero que poco a poco en la geografía cuantitativa, el uso de programas informáticos, que no su programación, dejen de ser un trauma como lo habrá sido en su día la calculadora.