Más de un mes sin añadir una entrada a mi blog. Estoy a punto de desarrollar una teoría de los factores que me incitan a exponer en él aquellas cosas que voy encontrando interesantes o aquellas otras que puedan haberme parecido útiles para otro u otras que lleguen a ojear estas páginas.
Ahora que comienzo a leer sobre los transportes, realizando como de costumbre esas comparaciones que podrían formar parte del manual de los huecos de Sergio Prim en el libro La Escala de los Mapas, he llegado a comparar los elementos básicos que conforman la generación de un viaje entre dos puntos con la posibilidad de que en un momento determinado ocupe tiempo en dejar al lector de este espacio unas reflexiones que allá de quien las considere aciagas.
De este modo el primer elemento que es, según Izquierdo, R. Transportes. Un Enfoque Integral, la potencialidad del nodo origen, dependiente de variables socioeconómicas de sus habitantes, lo he comparado con la abrumadora capacidad de los conocimientos que voy adquiriendo y que necesitan salir urgentemente de mi cabeza para verse reflejados en algún espacio (este ha sido hoy el blog) donde pueda compartirlos en principio conmigo mismo.
El segundo elemento, la capacidad del nodo destino para atraer un viaje. El destino de mis palabras es el blog, pero su peso y grado de atracción no derivan del fin inicial de recoger mis pensamientos, sino de la capacidad de difundirlos que tiene la red, algo que por otro lado, podría constituir un inhibidor de mis acciones si me importaran en exceso las críticas que mis comunes pudieran realizar hacia lo que digo. Por ello, en mi caso este aspecto puedo situarlo en el divisor de mis formulaciones, provocando su aumento la potenciación del origen.
El tercer elemento básico en el análisis de la generación de un viaje es el efecto disuasorio o “impedancia”. Y como último, es decisivo, pues es el aspecto a superar para que se produzca un desplazamiento racional. Las que podría enumerar y que me impiden muchas veces escribir entradas en mi blog están principalmente relacionadas con la falta de tiempo útil para realizar una actividad que no me genera recursos económicos, tan superfluos pero a la vez inevitables para mantenerse a flote en la vorágine del “Euromundo”.
Otra impedancia es el síndrome de indefensión adquirida, este término siempre me gustó porque definía aquel punto donde se encuentra aquel ciudadano que pensando en la administración, no protestaba por nada porque en resumen pensaba aquello de: “pero si al final van a hacerlo de todas formas”. Este efecto disuasorio que aún no ha surgido en la elaboración de las entradas de este blog, he querido contemplarlo entre los efectos importantes de decisión de un ciber – viajero que no quiere contar con este dividendo en el cálculo de la generación de la elaboración de entradas a este espacio virtual.
Espero que esta comparación un tanto extraña entre la confección del blog y la generación de un viaje no haya quitado atractivo a un tema del que también se ocupa la Geografía como son los transportes y por los que ahora yo también me he empezado a interesar enormemente. Ahora me encuentro absorto en la aprehensión de conceptos y términos dentro del aspecto de la accesibilidad, espero poder superar los pequeños efectos disuasorios y disponer nuevas entradas respecto a este tema.
By jaimegeografo.blogspot.com
Me alegra mucho que hayas superado el efecto disuasorio que supone la falta de tiempo, factor que nos afecta a muchos en estos tiempos tan precipitados en que vivimos y que sea más fuerte la potencialidad que te impulsa a escribir y que espero incremente al comprobar que tus escritos despiertan interés.
ResponderEliminarTambién me alegra que esta curiosa y algo complicada comparación que has hecho, sirva como introducción para tratar en posteriores entradas el tema de los transportes. Creo que es un asunto que nos interesa a muchos, sobre todo por como se presentan las cosas, las horas contadas del petróleo, el incipiente desarrollo de las energías alternativas así como el caos actual en el tráfico, la contaminación, el ruido, la ocupación del suelo y otros factores cada vez mas preocupantes. Pero sin ánimo de ponerme dramática, (no pienso contradecir el espíritu fresco de este blog), creo que éste puede ser un buen foro en el que se intercambien ideas y quizás entre todos lleguemos a soluciones innovadoras.
Un abrazo desde las islas.
La Lagunera
Hola lagunera,
ResponderEliminarhoy la superación del efecto disuasorio la aprovecharé para responder tu comentario.
Por supuesto próximamente es posible que escriba muchas cosas más sobre transporte, ya que ahora estoy formándome y trabajando bastante es esa materia.
En efecto, si bien la globalización -no de todo el globo, eso es otro tema- se ha producido gracias al desarrollo de los medios de transporte, entre los que muchos autores no dudan en introducir la revolución del intercambio de informacón numérica (internet), el despilfarro enérgetico que se produce por el abuso de las tecnologías ha generado otro problema, quizás de mayores dimensiones que el que se trataba de solucionar con el desarrollo de los medios de transporte, que era el de rentabilizar el tiempo en el intercambio de personas y mercancías.
El desarrollo de las energías alternativas y la generalización de su uso, una vez que el petróleo sea inaccesible, será inminente. El verdadero problema, pienso yo, viene derivado de mantener el mismo sistema de despilfarro energético actual.
Ya estamos viendo como los llamados biocombustibles o cualquier otra energía alternativa, pretende usarse en la misma forma en que se estaba usando el petróleo.
La concentración urbana, permite entre otas cosas la existencia de un desarrollo útil y eficaz (también rentable) del transporte público.
Paradójicamente ese habitante que abandona su vivienda en el centro, cerca de su trabajo, para vivir en la periferia "rururbana", en muchos casos lo hace siguiendo cierto impulso "verde", asumiendo en cierta forma que su vida tomará un rumbo sosegado lejos de la contaminación urbana y de los ruidos, así como del peligro de que su entorno pueda estar adquiriendo, socialmente hablando, tintes de área marginal.
La paradoja consiste en lo que en muchos casos suele ocurrir, cuando este habitante a bordo de un vehículo de algo consumo energético, pongamos el ejemplo de un todo-terreno (combustible, neumáticos, lavado...) se ve inmerso en la odisea de recorrer muchos kilómetros para trabajar todo el día, muchos kilómetros para comprar 1 kilo de carne en el centro comercial, muchos kilómetros para llevar a sus hijos al colegio, muchos kilómetros para comprar el periódico, muchos kilómetros simplemente para pasear por la ciudad y en definitiva muchos kilómetros para conectar con los servicios que antes le ofrecía la ciudad en la puerta de casa.
Desde este punto de vista, el atractivo verde de la periferia urbana no parece tan atractivo, antiestrés y parece alejarse de una conducta ecológica.
Ayer, escuchaba al geógrafo Gutiérrez Puebla, doctor de considerado prestigio en la investigación de los sistemas de transporte, que antes el el número de vehículos por hogar era un indicador de sociedad urbana, hoy no, es todo lo contrario, su aumento nos indica que estamos tratando una zona rural.
Mi próxima entrada quizás trate de un debate muy común, similar al que tenemos en la isla sobre si el derecho de acceso a una nueva tecnología del transporte debe ser el mismo para todos, vivamos donde vivamos. Piensa amiga lagunera en el ejemplo de que algunos habitantes de Santiago del Teide reclaman una autopista, pase por donde pase, porque otros municipios cuentan con ella.
Esos planteamientos se da en la península, respecto a si todos las ciudades debían contar con AVE. Mi opinión es que todos tenemos derecho a una movilidad dentro de la posibilidad de nuestro entorno, pero mientras los vehículos de uso personal no vuelen, seamos inteligentes ¿para qué queremos darle la vuelta a Tenerife en 30 minutos?¿No es demasiado pequeño ya nuestro espacio?
En fin, ahí queda mi opinión. Gracias por tu comentario y un grato saludo.
Hola Jaime:
ResponderEliminarQuisiera en principio agradecerte tu amplio comentario y de paso apuntar algunas ideas que me ha sugerido el mismo.
Cuando leí tu enfoque del habitante que se va a vivir a la periferia, me he sentido aludida y casi culpable pues en parte me identifico con él. Yo emigré al extrarradio y aunque en principio no me guié por ese impulso verde, en mi caso más bien azul, pues desde mi ventana veo y huelo el mar, si que es verdad que tengo que coger el coche hasta para comprar el periódico y recorrer todos los días 20 km hasta el trabajo (eso si, en un coche más modesto) he procurado que el resto de mi vida se desarrolle aquí y en ves de ir al centro comercial de turno, aprovecho los productos frescos del lugar, compensando también con costumbres austeras, sin caer en consumismos salvajes. De todos modos, tal y como está el precio de la vivienda, para muchos la única posibilidad de adquirirla es precisamente en esa periferia “rururbana”, por lo que estaría bien contar con un transporte en condiciones.
En cuanto a si todos tenemos el mismo derecho al transporte, me viene a la memoria la isla del Hierro, con sus apenas 10.000 hab. Tras largas polémicas, se realiza una obra de gran envergadura, para unir mediante un túnel Valverde y Frontera, consiguiendo que el trayecto de 45’ de viaje por carretera de cumbre, se reduzcan a escasos 10 minutos. No sé si se justifica, pero a ver quien le quita ahora el túnel a los herreños.
¿Y los ríos de tinta que dio de si el aeropuerto de La Gomera?, además del dineral que costó. Algunos gomeros decían que ellos no iban a ser menos y que querían su aeropuerto como el resto de las islas. Lo que ha ocurrido es que ha sido un completo fracaso. Casi siempre son mejores las soluciones intermedias, en las que la máxima principal sea el sentido común y en vez de una autopista que cierre el famoso anillo insular, se eliminen curvas de la actual carretera y se hagan carriles de adelantamiento que aliviarían bastante el tráfico.
Bueno, me parece que ya me he extendido demasiado y mi intención no era aburrirte.
Seguiré reflexionando y por supuesto estaré atenta a tus nuevas entradas tanto sobre este como sobre otros temas y aunque la geografía no sea mi fuerte, tu forma de tratarla hace que lea tu blog con interés.
Un abrazo
La Lagunera
Hola Jaime.
ResponderEliminarMuy interesante tu comentario (aunque algo complicado). Te animo a seguir con el blog, todo sea por dar a conocer un poco la disciplina, cosa que pocas veces se hace desde donde debería.
Yo sigo poco a poco con mi blog, ya tengo pensadas varias entradas nuevas(a raíz de algunas escapadas campestres) más orientadas a la divulgación(pinares, hayedos, zonas ZEPA, LICs, etc) que al análisis científico, pero todo se andará.
Ánimo, que estas cosas las lee más gente de la que en un principio pueda parecer.
Un saludo.
www.geopercepcion.blogspot.com